Sin duda la reforestación es un proceso vital que ayuda a restaurar los ecosistemas dañados, la calidad del agua, aire y promover la biodiversidad. En esta ocasión Ciasa Comercial, representado por 42 voluntarios (28 colaboradores y 14 familiares) en alianza con la Asociación Civil Ciudadanos por el Medio Ambiente (CIMA) tuvo la oportunidad de participar en esta labor compartida del cuidado de nuestro medio ambiente en el Bosque Pedagógico del Agua (BPA), ubicado dentro de la microcuenca de Atemajac, en Guadalajara, Jalisco.
Iniciamos con una charla introductoria por parte del Prof. Jaime Eloid, fundador de la asociación Ciudadanos por el Medio Ambiente (CIMA) sobre la historia de cómo los ciudadanos organizados de las colonias aledañas, Santa Margarita, Colomos, etc; rescataron la zona la cual era un tiradero de basura, (para su limpieza se necesitaron cerca de 200 camiones de volteo) de manera que en 1998 comenzó su rehabilitación como bosque urbano, el cual tiene una extensión de 248 hectáreas, a su vez nos dio una explicación para concientizarnos sobre la importancia de las cuencas, su extinción y cuidado, ya que en este bosque se encuentran una las 4 microcuencas de 10 que quedan en la ciudad hoy en día, representando una de las principales fuentes para el abastecimiento de agua en Guadalajara.
Posteriormente nos instalamos en el área asignada para la reforestación, en donde organizados en equipos tuvimos la oportunidad de plantar 30 árboles de la especie de Tepehuaje (Leucaena leucocephala), Una plantación de 30 árboles de Tepehuaje puede capturar aproximadamente 1.5 toneladas de CO₂ al año y 15 toneladas de CO₂ en 10 años, bajo condiciones óptimas de crecimiento y manejo. El árbol juega un papel crucial en la protección y preservación del medio ambiente, ya que se distingue por renovar los suelos, al tolerar altas temperaturas y absorber grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) así como de protegerlo de la erosión. La actividad fue de gran valor para todos nosotros, tuvimos la oportunidad de conocer y convivir con las familias y amigos, de nuestros compañeros, tener esa cercanía como equipo en un entorno natural, y sobre todo dejar un legado para las futuras generaciones, pues cada árbol plantado representa un paso hacia un futuro más sostenible y saludable. Además, al trabajar juntos, estamos construyendo una cultura organizacional que valora la colaboración y el compromiso con el medio ambiente.